SINOPSIS
La misteriosa circunstancia por la que Ángel incendia el bar "Los Pobres", dan inicio a una novela de ritmo trepidante. Un muchacho con un alto poder imaginativo no sabe hacia donde dirigir su vida. Una madre víctima de su pasado busca la ayuda de Dios. Un padre que no está pero que existe. Una chica que no sabe a quien ama. Una abuela cabreada. Videntes que no ven. Edificios decrépitos. Sexo lésbico. Iniciación a las drogas duras. Estos y otros elementos forman parte del Barrio del Norte, dónde gran parte de las miserias de nuestro tiempo son reflejados en la "banda sonora" del libro: Extremoduro, Guerrilla Urbana, Barricada, La Polla, Marea…
El perfil de los personajes del Barrio del Norte no es otro que una metáfora del triste lugar donde habitan.
IMPRESIONES
Un sesgo de presencias que obedecen a un resorte defensivo.
Una teoría del amor que pretende ser vacuna contra un veneno incubado que excava impenitente en el agujero de la soledad.
Un barrio sin designios que reza el credo de los agnósticos y cosecha calamidades.
Una exquisita poética azulada como la luna sobre las olas agonizantes del mar Canario.
La misteriosa circunstancia por la que Ángel incendia el bar "Los Pobres", dan inicio a una novela de ritmo trepidante. Un muchacho con un alto poder imaginativo no sabe hacia donde dirigir su vida. Una madre víctima de su pasado busca la ayuda de Dios. Un padre que no está pero que existe. Una chica que no sabe a quien ama. Una abuela cabreada. Videntes que no ven. Edificios decrépitos. Sexo lésbico. Iniciación a las drogas duras. Estos y otros elementos forman parte del Barrio del Norte, dónde gran parte de las miserias de nuestro tiempo son reflejados en la "banda sonora" del libro: Extremoduro, Guerrilla Urbana, Barricada, La Polla, Marea…
El perfil de los personajes del Barrio del Norte no es otro que una metáfora del triste lugar donde habitan.
IMPRESIONES
Un sesgo de presencias que obedecen a un resorte defensivo.
Una teoría del amor que pretende ser vacuna contra un veneno incubado que excava impenitente en el agujero de la soledad.
Un barrio sin designios que reza el credo de los agnósticos y cosecha calamidades.
Una exquisita poética azulada como la luna sobre las olas agonizantes del mar Canario.