martes, 12 de agosto de 2008

Henning Mankell

Henning Mankell nació en Estocolmo, Suecia, en 1948. Inició su carrera literaria en los años setenta como dramaturgo y en la actualidad es el director del Teatro Avenida de Maputo en Mozambique.
Es autor de numerosas obras de ficción, teatro y narraciones infantiles. No obstante es la serie de novelas policiacas publicadas, como Asesinos sin rostro, Los perros de Riga, La leona blanca, El hombre sonriente, La falsa pista, La quinta mujer, Pisando los talones, Cortafuegos y La pirámide, la que ha catapultado el nombre de su creador a la fama.
La saga está protagonizada por el inspector Wallander, un personaje que conecta con el lector más allá del ámbito puramente detectivesco.
Mankell entiende el género policiaco como vehículo ideológico para desenmascarar la hipocresía de la sociedad capitalista bienestante y señalar la relación entre criminalidad y marginación social.

1 comentario:

Unknown dijo...

...Barcelona es una ciudad donde la violencia no respeta ni a los viejos ni a los niños, una ciudad donde la vida en su estado natural es cruel y a veces sucia, una ciudad donde reina una batalla sin cuartel de todos contra todos y donde los más fuertes y los más sinvergüenzas avasallan a los más débiles...
...Barcelona es una ciudad violenta, más de lo que la gente cree…

La investigación de un caso de espionaje industrial hará que Evaristo Conrado, ex-guardia civil metido a detective privado, se vea inmerso en una compleja trama de intrigas masónicas, asesinatos y experimentos farmacéuticos con soldados españoles en Afganistán. Para ello deberá adentrarse en los bajos fondos de la Barcelona actual y compartir suerte con las diferentes policías que se reparten la seguridad de la ciudad: los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, con los que vivirá situaciones extremas en la resolución del caso. La novela se desarrolla en una insolente Barcelona que no anuncian las guías turísticas: una Barcelona violenta y corrosiva, una ciudad hecha sólo a medida de los fuertes.
Con una narrativa ágil, llena de ironía y cinismo, Siempre quise bailar como el negro de Boney M recupera el sabor de los clásicos americanos de novela negra.
http://minovelanegra.blogspot.com/