miércoles, 13 de agosto de 2008

Sine qua non

Rescata un libro amado, detén el timpo en un lugar donde la brújula no apunte, emergerán sensaciones más allá de las lineas, como en el mar la bruma, palparás el rastro que desprende el eco de un texto que estrecha distancias, te otorgarás el placer de sonreir a un verbo, nadarás en los puntos suspensivos.

Un bálsamo de rumores y silencios, se acomodarán anclándose en tu pecho. El mar, profeta en este medio asumirá tu abrazo, sin apremio. Contempla la ceremonia de sucesión de las olas, la reconciliación del pasado y el presente abrigados de celeste.
Embriágate de paz.

Isabel de Bellart

4 comentarios:

Javier Alfaro Guillén dijo...

El mar y las olas de tus letras acarician las tierras de los sueños. Un lugar con mucho encanto tu librería, un mundo de ilusiones por descubrir. Un saludo,

Javier

Esther Escorihuela dijo...

Enhorabuena por este espacio tan sugerente y acogedor.
Esa atmósfera, esa paz, es la que has conseguido en tu librería. Algunas imágenes de la misma aparecen en una entrada hoy en mi blog(http://sapereaude3.blogspot.com/).
Un saludo y felices lecturas,
Esther

Carmen dijo...

Isabel, hoy he vuelto a visitar tu librería y tengo que felicitarte de nuevo por conseguir ese lugar tan único para que habiten los libros.

Gracias por ofrecernos ese espacio tan acogedor.

Pablo Solán Fustero dijo...

Una delimitación perfecta de ese caos que es el arte de las palabras. Un rincón donde calmar el malestar que crea el anhelo de lo sublime. Y unas pocas palabras creando ecos como los laberintos de Borges.

Una tienda suya en Zaragoza tendría un gran recibimiento, hay muchas miradas y cabezas ávidas de buenas palabras.

Pd: Capote muy acertado, gracias.